Nueva York - Saba:
La Asamblea General de las Naciones Unidas votará hoy jueves sobre un proyecto de resolución que exige un alto el fuego inmediato, incondicional y permanente en Gaza. Esto ocurre después de que el Consejo de Seguridad no lograra adoptar un proyecto de resolución para un alto el fuego en Gaza tras el veto estadounidense.
Los diplomáticos esperan que la Asamblea General de la ONU, compuesta por 193 miembros, apruebe el texto por una abrumadora mayoría, a pesar de la presión de Israel sobre los países que votan sobre el proyecto de resolución.
La semana pasada, Estados Unidos vetó un proyecto de resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU que exigía el levantamiento inmediato e incondicional de todas las restricciones a la entrada de ayuda humanitaria a Gaza y su distribución segura y sin trabas a gran escala, incluso a través de las Naciones Unidas y sus socios humanitarios en toda la Franja de Gaza.
Los demás países del consejo de 15 miembros votaron a favor del proyecto de resolución. Estos esfuerzos se producen en un momento en que una crisis humanitaria azota la Franja de Gaza, donde viven más de dos millones de personas. Naciones Unidas advierte de una hambruna inminente, con solo una pequeña cantidad de ayuda entrando en la Franja.
Cabe señalar que las resoluciones de la Asamblea General no son vinculantes, pero tienen peso, ya que reflejan la perspectiva global sobre la guerra. Los llamamientos previos de la Asamblea para poner fin a la guerra han sido ignorados. A diferencia del Consejo de Seguridad, ningún país tiene poder de veto en la Asamblea General.
La Franja de Gaza sufre una catastrófica crisis humanitaria desde que Israel cerró todos los cruces fronterizos el 2 de marzo, impidiendo la entrada de alimentos, medicamentos, ayuda humanitaria y combustible. Mientras tanto, las fuerzas israelíes intensifican su genocidio contra el pueblo palestino en la Franja.
Desde el 7 de octubre de 2023, el enemigo israelí ha estado cometiendo genocidio en Gaza, incluyendo asesinatos, hambruna, destrucción y desplazamiento, ignorando los llamamientos internacionales y las órdenes de la Corte Internacional de Justicia para detenerlo. El genocidio dejó aproximadamente 182.000 palestinos muertos y heridos, la mayoría mujeres y niños, y más de 11.000 desaparecidos. Cientos de miles fueron desplazados, y la hambruna se cobró la vida de muchos, incluidos niños, además de causar una destrucción generalizada.
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