Sana'a - Saba - Gamil al qasam
Este año, durante el Eid al-Adha, las visitas de Eid a los Defensores se han convertido en un fenómeno anual consolidado, reflejando la profunda solidaridad popular con el frente militar y encarnando las más altas figuras de lealtad hacia quienes protegen la soberanía y forjan la gloria de la nación en los frentes de orgullo y dignidad.
Líderes, delegaciones oficiales y comunitarias acudieron en masa a las líneas del frente y a diversos frentes, trayendo consigo saludos de Eid,La Fiesta Caravanas de suministros, sacrificios y regalos. Esta es una escena que se repite en ocasiones especiales y festividades, pero su impacto en los corazones de los combatientes es inquebrantable.
Las visitas de Eid La Fiesta representan una nueva oportunidad para inculcar una cultura de gratitud y aprecio por quienes defienden la patria. Son una ventana a través de la cual los líderes del país, y la sociedad en general, expresan su gratitud a quienes pasan los días de Eid La Fiesta lejos de sus familias, pero que están presentes en el corazón de cada hogar yemení.
En las expresiones de los visitantes, palabras sinceras se entrelazan con miradas expresivas, diciendo a los defensores: "Ustedes son la fiesta, la voz de la victoria y el apoyo de una dignidad inquebrantable. Aunque sus mesas estén vacías de adornos, los corazones de la gente rebosan de oraciones por la victoria y la perseverancia para ustedes".
Las visitas de Eid La Fiesta han trascendido el protocolo, transformándose en rituales populares y comunitarios que incluyen a líderes, dignatarios, jeques y voluntarios de diversos orígenes, todos con el mismo mensaje: "La patria no olvida a quienes la defienden".
En el frente, las escenas del takbir (Dios Allah es Grande) se entrelazaban con el sonido de las armas, y las celebraciones del Eid se entrelazaban con los sonidos del campo de batalla. Los asistentes fueron distinguidos en cada lugar, la interacción fue sincera y los mensajes, claros: los héroes del frente y los puestos de seguridad no están solos. La gente está con ellos, apreciando cada pulso de firmeza que llevan dentro.
La calidez de las visitas del Eid no se mide por el peso de los regalos, sino por la sensación que generan en quienes están allí estacionados de que alguien comparte la batalla con ellos y cree que el Eid no es Eid sin visitar las líneas del frente de la dignidad.
La ocasión del Eid al-Adha fue testigo de una notable participación de diversos grupos, lo que refleja el entusiasmo de la comunidad por consolidar esta iniciativa como una tradición anual que conlleva dimensiones nacionales, espirituales y humanitarias, transformando la relación entre el frente y la patria.
Las iniciativas del Eid no se limitaron a las visitas; Estas actividades incluyeron el suministro de convoyes, el intercambio de conversaciones, la verificación de las condiciones de los desplazados y la identificación de sus necesidades, lo que demuestra que el apoyo no es temporal, sino un compromiso permanente con los protectores de la patria. Los guardias en sus puestos expresaron su gratitud por las visitas de Eid y el generoso gesto, que les infunde nuevas energías, aumenta su firmeza y confirma que las armas que portan no se limitan al cumplimiento de su deber, sino que representan la confianza depositada en su patria y su gente.
En algunos lugares, se celebraron reuniones entre los visitantes y los guardias, donde intercambiaron saludos y oraciones de Eid. Fueron momentos en los que el espíritu de lucha se fusionó con el de solidaridad, y el Eid estuvo presente a pesar de la distancia.
Las visitas de Eid reafirmaron que los frentes militares no están lejos de la sociedad, y que quienes se encuentran en los puestos de guardia no son solo números, sino pilares de la nación, el eje de su cohesión y el punto de encuentro de todos los valores en los que cree la nación.
Estas visitas también reforzaron la imagen de un frente interno unificado y transmitieron un claro mensaje de firmeza: el pueblo yemeníta no olvida a quienes ocupan los puestos de guardia ni los abandona aisladamente, sino que comparte el Eid con ellos mediante una voluntad colectiva.
Las visitas e iniciativas del Eid tienen una profunda relevancia por su oportunidad y significado, ya que se producen en un momento en que la nación necesita la firmeza de sus símbolos, el apoyo continuo a sus héroes y la reafirmación de su presencia en todos los ámbitos que presencian la lucha por la soberanía y la independencia.
Su mayor valor reside en que las visitas del Eid no esperan una dirección central, sino que surgen de la convicción interna del pueblo yemeníta de que quienes están destacados y combatiendo tienen derecho al Eid y a ser reconocidos, y están obligados a serles leales.
El Eid al-Adha, entre las trincheras y los emplazamientos militares y de seguridad, tiene un sabor distintivo. A diferencia de las festividades habituales, está impregnado de la majestuosidad de los destacados, la nobleza de la misión y el espíritu de sacrificio. Quienes visitan el frente durante el Eid regresan con la sensación de que la victoria está más cerca, siempre y cuando no se pierda la firmeza.
Así, las visitas al Eid demuestran que la solidaridad popular con el frente no es algo estacional ni una ocasión, sino una cultura nacional que se arraiga año tras año, creando una conciencia colectiva que ve a quienes están estacionados como un símbolo de dignidad, un faro de soberanía y un apoyo para cada hogar yemeníta
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