Al amanecer del lunes, las autoridades de ocupación israelíes demolieron una casa en la localidad costera de Jisr al-Zarqa, cerca de la ciudad de Haifa, en los territorios de 1948. Con el pretexto de construir sin licencia.

Según la agencia de noticias palestina WAFA, la casa demolida había estado habitada durante más de 30 años. La familia fue sacada a la fuerza de la casa, lo que generó pánico y tensión y agredieron violentamente al propietario.

El barrio fue testigo de un acordonamiento a gran escala por parte de las fuerzas policiales israelíes, que llegaron en gran número para brindar protección a las excavadoras de demolición e impedir que los residentes se acercaran o protestaran.

Esta medida forma parte de una política sistemática llevada a cabo por las autoridades israelíes contra los residentes de Jisr al-Zarqa, la única ciudad costera árabe que queda en la costa mediterránea.

Sus habitantes sufren un asedio urbano, social y económico sistemático que busca asfixiarlos y obligarlos a emigrar. Se impide que la ciudad se expanda de forma natural y se obstruyen todos los esfuerzos de planificación y desarrollo. También se deniegan los permisos de construcción, lo que obliga a muchos residentes a construir sin permisos para asegurar refugio a sus familias.

Esta política no se limita a Jisr al-Zarqa, sino que forma parte de una creciente ola de demoliciones de viviendas en ciudades palestinas dentro de Israel, con el pretexto de construcciones sin licencia.

El domingo, las fuerzas de ocupación israelíes demolieron dos edificios que contenían varios apartamentos en el barrio Jawarish de Ramla, alegando que fueron construidos sin permisos. Las demoliciones se llevaron a cabo después de allanar las casas y obligar a los residentes a evacuar.