Gaza - Saba:
Ghanem Al-Attar ya no es el académico sonriente que recibía honores en las plataformas universitarias e institucionales. En cambio, se ha convertido en un hombre que carga dos cantimploras de agua, participando en las filas de los desplazados por la guerra de exterminio y hambruna que libra el enemigo israelí en Gaza.
En un momento en que Gaza solo ha conocido destrucción y asedio, el Dr. Ghanem Al-Attar sigue siendo un símbolo de firmeza, abrazado por las redes sociales, donde ha recibido gran solidaridad popular. Siempre ha apoyado, educado y apoyado a miles de jóvenes.
La experiencia del académico palestino representa dos imágenes que resumen los efectos del genocidio y la hambruna perpetrados por el enemigo israelí en la Franja de Gaza, que han transformado la vida de dos millones de personas en el enclave asediado en una escena trágica que las generaciones futuras tal vez solo consideren como leyendas y mitos.
Al-Attar relata a Palestine Online su sufrimiento desde un refugio en la zona de Al-Mawasi, al oeste de Khan Yunis, una pequeña muestra del sufrimiento de cientos de miles de familias palestinas hambrientas.
Al-Attar, quien perdió su hogar como consecuencia de los intensos bombardeos, afirma que la escasez de agua y la destrucción de pozos lo han obligado a depender de camiones de distribución para cubrir las necesidades de su familia de 23 miembros.
Aunque sufre de hambre, nunca olvida su papel pionero ni la ética de la sociedad gazatí.
Continúa: «A veces organizo colas para recoger agua y me aseguro de asignar espacios para los ancianos y las mujeres, como muestra de nuestro respeto por ellos en medio de esta dura situación».
A pesar de la gran pérdida que ha sufrido, desde el martirio de su hija y nietos hasta la demolición de su hogar, Ghanem Al-Attar no ha perdido la determinación: «A pesar del sufrimiento y la injusticia que sufrimos como resultado de esta gran agresión, nos mantenemos firmes en nuestra patria».
El académico palestino relata su vida de desplazamiento, afirmando que no es fácil. Hoy vive en una tienda de campaña, compartiendo comidas sencillas con su esposa, si puede encontrarla.
El hombre se despierta con sonidos que anuncian un nuevo día, donde su resiliencia se cruza con los crímenes del enemigo israelí, que han convertido la vida de los hambrientos en Gaza en una muerte lenta.
El mensaje del Dr. Ghanem Al-Attar es claro y sincero: «En Gaza, sufrimos una hambruna criminal que causa una hambruna severa. Solo nos queda la fuerza de voluntad y la moral alta. El mundo islámico y los pueblos libres del mundo deben apoyar a Gaza».
Claman con orgullo ante la guerra sionista de exterminio y hambruna: «Por Dios, Allah si un niño o una niña permanece en la Franja, crecerá y reconstruirá Gaza de nuevo. No nos inclinaremos ante nadie más que ante Dios Allah
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