Ramallah - Saba:

Los residentes de la comunidad beduina árabe de Jahalin en Ein Ayoub, al noroeste de Ramallah, en la Cisjordania ocupada, hicieron un llamamiento al pueblo palestino de Cisjordania y a los pueblos libres del mundo para que apoyen y fortalezcan su firmeza ante los intentos de los colonos de desplazarlos de su tierra.

La agencia de noticias palestina Safa citó a Abdullah Jahalin, residente de la comunidad, quien declaró que hacen un llamamiento al pueblo palestino de Cisjordania y a quienes se solidarizan con él para que permanezcan constantemente a su lado y muestren una firme solidaridad con ellos para frustrar los planes de los colonos de desplazarlos.

Jahalin añadió que sufren por la presencia de un asentamiento, la construcción de una carretera de circunvalación que conduce a él y las reiteradas amenazas para que se vayan.

Explicó que llevan 40 años viviendo en la comunidad y que alberga a 19 familias, compuestas por 130 personas, incluidos 80 niños.

Ayer, colonos atacaron la comunidad y quemaron sus tiendas de campaña, causando cuantiosos daños materiales.

Hassan Malihat, supervisor general de la Organización Al-Baydar para la Defensa de los Derechos Beduinos y las Aldeas Atacadas, describió la situación en la comunidad en un comunicado de la siguiente manera: «Mientras las familias se preparan para el desplazamiento forzado, los residentes se sienten tristes y ansiosos. Los hombres han comenzado a desmantelar sus hogares, mientras las mujeres recogen lo que queda de las pertenencias de sus familias. Los niños observan el lugar donde crecieron, temerosos de un futuro incierto, mientras empacan sus pertenencias y se preparan para abandonar la zona con destino desconocido».

Afirmó que las autoridades de ocupación israelíes hacen la vista gorda ante estas violaciones, brindándoles cobertura legal y política. Esto demuestra que la campaña sistemática busca desplazar a los árabes jahalin para dar paso a la expansión de los asentamientos y vincularlos a un proyecto de asentamiento más amplio para controlar el centro de Cisjordania.

Según los datos, los colonos perpetraron 466 ataques contra ciudadanos y sus propiedades en Cisjordania el pasado mes de julio, lo que provocó la muerte de cuatro ciudadanos y el desplazamiento forzado de dos comunidades beduinas compuestas por 50 familias.