Jerusalén ocupada - Saba:
La Gobernación de Jerusalén informó que las autoridades enemigas sionistas continúan su escalada sistemática de políticas de demolición y desplazamiento forzado contra el pueblo palestino en la Jerusalén ocupada, como parte de un plan de asentamiento integral destinado a judaizar la ciudad y cambiar su carácter árabe, islámico y cristiano.
Según la Agencia de Noticias Palestina (Saba) el martes, la llamada "Autoridad de la Naturaleza" afiliada al enemigo prendió fuego a un granero residencial perteneciente al ciudadano Muhammad Hassan al-Hathaleel en el desierto de Muntar, al este de la ciudad de al-Sawahra, como parte de los intentos de vaciar el área de sus residentes beduinos al servicio del proyecto de anexión de asentamientos conocido como "E1".
Agregó que la municipalidad israelí obligó al jerosolimitano Maher al-Salaymeh a demoler su casa de 140 metros cuadrados en el barrio de Wadi Qaddum de Silwan. La casa, que alberga a siete personas, está ubicada en la zona. Esta escena refleja la tragedia diaria de los palestinos que enfrentan la brutalidad del enemigo.
Dijo que el municipio enemigo entregó una nueva orden de demolición al ciudadano Ghaleb Da'na, apuntando a un salón y cafetería en el mismo vecindario. Señaló que se vio obligado a demoler parte de sus instalaciones hace unos 45 días para evitar sanciones, como parte de la implementación de proyectos de expansión de caminos de asentamiento por parte del enemigo.
En un trágico acontecimiento, la familia Salaimeh comenzó a vaciar su casa ayer por la mañana en preparación para su autodemolición, en un intento de evitar pagar fuertes multas que se les impusieron, a pesar del hecho de que la casa ha estado en pie durante más de 35 años.
La Gobernación de Jerusalén declaró que las autoridades israelíes han demolido más de 630 instalaciones residenciales, comerciales y agrícolas desde el 7 de octubre de 2023, mientras que el número total de demoliciones solo durante el primer semestre de 2025 alcanzó aproximadamente 190. Esta escalada sin precedentes es parte de un plan bien planificado para expandir las fronteras del municipio israelí y anexar los bloques de asentamientos circundantes.
La gobernación advirtió que estas políticas sirven al proyecto de ocupación conocido como “Gran Jerusalén”, que busca aislar la ciudad de su entorno palestino e imponer nuevas realidades demográficas y geográficas sobre el terreno. Esto se logra estableciendo una red de caminos que conecten los asentamientos, particularmente en la zona que se extiende al este de Jerusalén hasta el valle del Jordán, en un intento de desarraigar a las comunidades beduinas, más notablemente la comunidad de Khan al-Ahmar.
La Gobernación de Jerusalén reitera su advertencia contra las intenciones de las autoridades de ocupación israelíes de volver a poner en primer plano la cuestión de Khan al-Ahmar, buscando demoler toda la comunidad y desplazar a sus residentes. Se trata de un paso peligroso que allana el camino para obtener el control total de la parte oriental de la ciudad y conectar el asentamiento de Ma'ale Adumim con el resto de los asentamientos de Cisjordania. Hace varios meses, la gobernación permitió el establecimiento de un nuevo puesto avanzado en la colina frente a la comunidad de Khan al-Ahmar, lo que anuncia renovadas intenciones de los colonos de apoderarse de la comunidad y desplazar a sus residentes.
La Gobernación de Jerusalén instó a la comunidad internacional, las organizaciones de derechos humanos y las organizaciones humanitarias a asumir sus responsabilidades jurídicas y morales para poner fin a las políticas de demolición y desplazamiento forzado, que constituyen crímenes de guerra según el derecho internacional.
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