Washington-Saba:

El periodista estadounidense Tucker Carlson, que recientemente tuvo un enfrentamiento público con el presidente estadounidense Donald Trump por la política de este último hacia Teherán, anunció el sábado la difusión de su entrevista con el presidente iraní Masoud Pezeshkian.

Hay muchas preguntas que no le he hecho al presidente iraní, sobre todo algunas que sabía que no obtendría una respuesta sincera, como: "¿Su programa nuclear quedó completamente inutilizado por la campaña de bombardeos del gobierno estadounidense de hace una semana y media?". No hay ninguna posibilidad de que responda a esa pregunta. Sinceramente, no me molesté en preguntarla. La respuesta, en realidad, desde una perspectiva estadounidense, e incluso desde la de la CIA, es incognoscible", declaró Carlson en un comunicado publicado en redes sociales.

El periodista estadounidense agregó que la entrevista con Pezeshkian se publicará en los próximos días, señalando que también ha presentado una nueva solicitud de entrevista con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

Carlson continuó: «Los ciudadanos estadounidenses tienen el derecho constitucional, de hecho, un derecho divino, de obtener toda la información posible sobre los asuntos que les afectan. Si su país hace algo con su dinero y en su nombre, tienen el derecho absoluto y pleno a conocer la mayor cantidad de detalles posible, y eso incluye escuchar a aquellos contra quienes luchan».

Trump había criticado previamente a Carlson después de que este último declarara que una guerra con Irán podría conducir al colapso de la influencia global de Estados Unidos y al final anticipado de la presidencia de Trump.

En una entrevista radial con el ex asesor de Trump, Steve Bannon, Carlson dijo que "el ejército estadounidense no está preparado para un conflicto importante y que cualquier aventura militar socavaría permanentemente la posición del país en el escenario internacional".

Trump dijo más tarde que Carlson se había disculpado con él por sus críticas a la política de su administración sobre Irán, llamándolo "buen tipo", sólo un día después de haberlo llamado "loco".