Hodeidah - Saba:
Informe: Jamil Al-Qashm
En una escena llena de compasión, benevolencia, claridad de impacto y sinceridad de propósito, la oficina de la Autoridad General del Zakat en la Gobernación de Al Hudaydah continúa implementando sus proyectos únicos, encarnando la presencia del estado junto a los vulnerables y confirmando que la obligación del zakat se ha convertido en una palanca práctica que contribuye a construir una sociedad cohesiva.
El Proyecto de Distribución de Zakat 1446 AH, que beneficia a 17.000 familias pobres, la mayoría de las cuales son pacientes de cáncer e insuficiencia renal, es parte del creciente Plan de Proyectos Zakat. Representa un nuevo hito en este enfoque de desarrollo integral, que eleva el valor de los pobres y consolida los principios de justicia social a través de herramientas sólidas e instituciones establecidas.
En la experiencia yemení, y específicamente en la Gobernación de Al Hudaydah, el zakat se ha convertido en un sistema de desarrollo integrado impulsado por una visión clara. El espíritu de solidaridad interactúa con los mecanismos de desempeño institucional disciplinado, y su impacto directo se refleja en las vidas de los pobres y necesitados.
El proyecto, que lleva el lema "Alimentos y suficiencia", encarna parte de un largo proceso que encarna una visión clara para revivir el espíritu de la caridad obligatoria y lograr su objetivo final: enriquecer a los pobres, proveer a los necesitados y preservar la dignidad humana en medio de múltiples crisis económicas y humanitarias.
Como materialización práctica de esta visión, el proyecto incluyó la distribución de 15.000 tazas de cereales, 4.500 litros de aceite de sésamo y 2.000 kilogramos de miel local, todos ellos productos puramente yemeníes. Este es un mensaje claro de que dar puede llevar una identidad y que los alimentos en manos de los pobres y necesitados deben ser producidos por la nación y de los cuales ésta debe estar orgullosa.
La priorización que la Autoridad da a la respuesta las zonas más necesitadas pone de relieve el enfoque práctico que adopta en la gestión de sus proyectos. Prioriza las necesidades reales sobre las consideraciones formales y tiene en cuenta las realidades de las familias pobres según criterios transparentes. Esto subraya la evolución de la filosofía de gestión del zakat y su creciente profesionalismo.
El proyecto refleja la tendencia oficial hacia el establecimiento del zakat como una herramienta para la estabilidad social, trascendiendo los confines de la caridad para construir un sistema de solidaridad sostenible. La distribución del zakat a sus destinatarios legítimos contribuye a fortalecer la confianza de la comunidad y a recalibrar la relación entre los pobres y la Autoridad del Zakat sobre la base de la equidad y la transparencia.
Desde la perspectiva de la movilización comunitaria, el proyecto zakat se destaca como una herramienta para la resiliencia. La estabilidad social no se puede lograr sin un sistema de protección interno que cuide a los pobres y cubra las necesidades. Zakat desempeña esta función con habilidad y precisión.
El desarrollo de herramientas por parte de la Autoridad se evidencia en la claridad de sus criterios de distribución y la transparencia de sus mecanismos. El proyecto se basó en datos de campo y estudios realistas realizados en coordinación con los consejos locales, que reflejan el cambio del zakat de un esfuerzo estacional a un esfuerzo profesional a largo plazo.
Este zakat en especie es parte de un sistema integrado que trabaja para satisfacer las necesidades básicas de las familias pobres, siguiendo un proceso gradual que tiene en cuenta las prioridades de vida y mejora el papel del zakat como palanca social y económica.
Los recursos se redireccionan para lograr un equilibrio entre la respuesta humanitaria inmediata y la consolidación del concepto de justicia en la distribución del zakat.
El Zakat representa aquí un proyecto nacional en miniatura que abarca dimensiones económicas y sociales entrelazadas. Contribuye a dinamizar el mercado local, apoyar a los agricultores y productores locales y proporcionar alimentos a las familias necesitadas, todo en un ciclo integrado que fortalece el ciclo económico y refuerza los valores de la solidaridad y la confianza en los productos locales.
Desde una perspectiva social, el impacto acumulativo de este tipo de proyectos es desmantelar los focos de pobreza y proteger el tejido social de los males del odio de clases, haciendo que los pobres sientan que tienen un lugar protegido en las prioridades del Estado y la sociedad.
En su dimensión basada en la fe, el proyecto encarna una comprensión profunda del significado del zakat, tal como se administra en sus lugares apropiados con un sentido religioso y patriótico, invocando los mandamientos de Dios e interpretando los objetivos de la legislación en la construcción de una nación cohesionada y justa.
Los crecientes indicadores de la recaudación del zakat, confirmados por el Departamento Bancario de la oficina de la Autoridad General del Zakat, reflejan la creciente confianza de la comunidad en el papel de la Autoridad y la eficacia de los esfuerzos de concienciación que han establecido el zakat como un valor humano y social con una dimensión emocional y una responsabilidad colectiva y religiosa.
A nivel institucional, la Autoridad General del Zakat está avanzando constantemente en sus esfuerzos para establecer estándares de integridad y mejorar las herramientas de desempeño, convirtiéndola en un ejemplo de una institución gubernamental capaz de gestionar un recurso legítimo de manera responsable y eficaz.
Los pobres han llegado a esperar la temporada del zakat como una fuente de dignidad y un indicador de la preocupación del Estado por los eslabones más débiles de la sociedad. Este profundo mensaje contribuye a construir una relación sólida entre los pueblos y sus instituciones, fortaleciendo la confianza y la pertenencia en un marco de solidaridad que respeta a las personas y sus derechos.
En este contexto, el Director General de la Oficina de la Autoridad General del Zakat en la gobernación, Mohammed Hazza, enfatizó que el proyecto de zakat en especie es una extensión de una visión estratégica clara que eleva el estatus de los pobres y encarna el compromiso de la Autoridad de lograr suficiencia y dignidad para todos aquellos necesitados a través de gastos de zakat legítimos y organizados.
Explicó que la distribución de zakat en especie a 17.000 familias pobres, la mayoría de las cuales son pacientes de cáncer e insuficiencia renal, encarna una profunda dimensión humanitaria, proporcionando ayuda a los más necesitados con dignidad y respeto. La donación se expresa en el lenguaje de la compasión y la pertenencia, a través de productos locales que expresan el espíritu de la nación y devuelven la vida a aquellos agotados por el sufrimiento.
Señaló que los éxitos de la Oficina Zakat reflejan un estado de madurez institucional en su desempeño, ya que los recursos se gestionan con base en datos precisos, planes bien pensados y asociaciones efectivas con las autoridades locales, lo que hace que cada proyecto Zakat sea un resultado directo del esfuerzo colectivo organizado.
Hazza señaló que la creciente confianza de la comunidad en los proyectos de zakat en Hodeidah es un resultado directo del compromiso de la Autoridad de garantizar la canalización adecuada de los fondos y la estricta adhesión al principio de distribución justa, lo que ha hecho del zakat hoy una herramienta constructiva con un claro impacto en la vida de las personas.
Afirmó que la visión de la Autoridad es hacer de cada temporada de zakat un hito en la mejora de las vidas de los pobres, destacando el papel del Estado como una institución solidaria y responsable que da a cada uno lo que le corresponde y sienta las bases para una sociedad más cohesionada, justa y tranquilizadora.
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