Túnez - Saba:

Por octavo día, activistas tunecinos continúan su sentada frente a la embajada de Estados Unidos en la capital, Túnez, para denunciar el apoyo de Washington al genocidio israelí en Gaza y exigir el fin de la guerra, el hambre y el bloqueo impuesto en la Franja.

La sentada, denominada "Asedio a la Embajada de Estados Unidos", comenzó el sábado pasado tras un llamamiento de la Coordinadora de Acción Conjunta para Palestina y la Red Tunecina para Enfrentar el Sistema de Normalización.

Decenas de tunecinos se manifestaron frente al edificio de la embajada el sábado por la noche. La protesta fue convocada por la Coordinación y la Red para denunciar el apoyo de Estados Unidos al genocidio y apoyar la sentada en su octavo día.

Los participantes de la sentada reiteraron sus exigencias de levantar el asedio a Gaza, abrir los cruces y detener la hambruna y el genocidio. Corearon: "Levantar el asedio y abrir los cruces es un deber", "Detener el genocidio es un deber" y "Detener la hambruna y las matanzas es un deber".

Exigieron a las autoridades de su país que "cerren la embajada de Estados Unidos y expulsen a su embajador (Bill Bazzi)".

En un discurso pronunciado durante la sentada del sábado por la noche, Salah al-Masri, portavoz de la Red Tunecina para Enfrentar el Sistema de Normalización, declaró: «En esta sentada, respondemos al llamado de la resistencia palestina, que se ha unido para enfrentar la agresión sionista. Reitera, en cada ocasión, su llamado a todos los árabes, musulmanes y pueblos libres del mundo».

Al-Masri enfatizó que «este llamado es claro: sitiar las embajadas del enemigo y su principal aliado, Estados Unidos de América».

Continuó: «Les decimos a todos los tunecinos y tunecinas que su participación en la sentada frente a la embajada de Estados Unidos tiene múltiples objetivos: apoyar a ese bebé y niño palestino que muere de hambre, sed y enfermedad debido al bombardeo de todos los hospitales, y apoyar a cada mártir que se ha alzado al enfrentarse al imperialismo estadounidense». Desde el 7 de octubre de 2023, las fuerzas enemigas sionistas han estado cometiendo un crimen de hambre contra los palestinos de Gaza. El 2 de marzo intensificaron sus medidas, cerrando todos los cruces fronterizos a la ayuda humanitaria, de socorro y médica, lo que provocó que la hambruna se extendiera y alcanzara niveles catastróficos.