Teherán - Saba:

El Parlamento iraní votó en sesión pública el miércoles un proyecto de resolución para suspender la cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), aprobando el proyecto de ley en todos sus detalles.

Los miembros de la Asamblea Consultiva Islámica votaron un proyecto de resolución que obliga al gobierno a suspender la cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). De los 223 miembros presentes, 221 votaron a favor, sin votos en contra, y un miembro se abstuvo, según la agencia de noticias Tasnim de Irán.

Ebrahim Rezaei, portavoz del Comité de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento, explicó el proceso de revisión del proyecto de ley por parte del comité, diciendo que se discutió el martes y se aprobó después de realizar enmiendas.

Por su parte, Mahmoud Nabavian, vicepresidente del Comité de Seguridad Nacional, explicó que este proyecto de ley no incluye la retirada de la República Islámica de Irán del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), afirmando: «Estamos comprometidos con el tratado y hemos declarado al mundo que todas nuestras actividades nucleares son pacíficas. Por lo tanto, el proyecto de ley se centra en la cooperación con la agencia, lo que implica prohibir la instalación de cámaras de vigilancia en el país, ya sea en virtud de los acuerdos básicos o complementarios».

Añadió: «Se prohibirá la entrada al país a cualquier inspector, ya sea un alto funcionario, un subordinado, un director general o alguien asignado por la agencia. Anteriormente, enviamos informes sobre nuestras actividades nucleares a la agencia, pero esta filtró esta información directamente a la entidad sionista. Por lo tanto, el proyecto de ley estipula la prohibición de presentar futuros informes a la agencia».

Continuó: «Uno de los objetivos de este proyecto es proteger nuestras instalaciones nucleares. Según el Artículo 4 del TNP, cada miembro tiene tres derechos: investigación y desarrollo, producción y explotación de la industria nuclear. Debemos considerar estos derechos como nuestros, y no reanudaremos la cooperación con la agencia a menos que se garanticen estos derechos y se garantice la seguridad de las instalaciones nucleares. El gobierno tampoco tiene derecho a cooperar con la agencia, especialmente con su director (Grossi), a quien considera un espía».

Continuó: "Queremos tanto la seguridad de las instalaciones nucleares como la continuación de las operaciones de enriquecimiento dentro del país".