Gaza-Saba:
La Oficina de Medios del Gobierno en Gaza informó el sábado que el ejército de ocupación israelí está siguiendo una política sistemática contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza, después de bombardear un almacén de distribución de ayuda alimentaria en la zona de Deir al-Balah, en el centro de Gaza, matando a cinco civiles y causando un gran número de bajas civiles.
La oficina confirmó en un comunicado el sábado que el número de centros de distribución de alimentos y ayuda humanitaria atacados por la ocupación desde el comienzo del genocidio ha aumentado a 68 centros y refugios, incluidos 39 centros de distribución de alimentos y ayuda y 29 refugios de alimentos que proporcionan comidas diarias a los necesitados y hambrientos.
La oficina señaló que esta conducta criminal, que ataca deliberadamente las instalaciones de socorro y bienestar social, confirma más allá de toda duda que la ocupación está utilizando los alimentos como arma de guerra, en flagrante violación de todas las leyes internacionales, en particular las Convenciones de Ginebra, que prohíben atacar las instalaciones humanitarias y a los civiles bajo cualquier circunstancia.
Agregó que estos ataques sistemáticos han provocado la muerte de cientos de ciudadanos que intentaban recibir ayuda alimentaria de los centros de socorro y hospicios, una escena sangrienta que refleja la profundidad de la tragedia y expone el verdadero rostro de esta ocupación, que se basa en el genocidio y en una política de asedio y hambruna.
La oficina reiteró su enérgica condena de estos crímenes y consideró que la ocupación era plenamente responsable de estos crímenes atroces. Instó a la comunidad internacional, a las Naciones Unidas, al Consejo de Seguridad y a todas las organizaciones humanitarias y de derechos humanos a adoptar medidas urgentes, inmediatas y eficaces para poner fin a estas brutales masacres, proporcionar protección a los centros de distribución de alimentos, abrir los cruces fronterizos y garantizar el suministro sin trabas de ayuda humanitaria.
Instó a las instituciones de derechos humanos y a los medios de comunicación a documentar estos crímenes atroces y trabajar para que la ocupación israelí rinda cuentas ante los tribunales internacionales por sus crímenes, que constituyen crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
Advirtió contra el continuo silencio internacional, que equivale a una participación activa en este genocidio a cámara lenta de un pueblo indefenso y asediado, que muere de hambre y de bombardeos ante los ojos del mundo.
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