Tulkarem-Saba:

Las fuerzas enemigas israelíes continúan su agresión contra la ciudad de Tulkarm y su campamento por 51º día consecutivo, y por 38º día contra el campamento de Nour Shams, en medio de refuerzos militares, demolición de viviendas y desplazamientos forzados de residentes.

La agencia de noticias palestina "Wafa" informó que las fuerzas enemigas continuaron anoche empujando refuerzos militares con maquinaria pesada y excavadoras hacia la ciudad y sus dos campamentos, mientras que equipos de infantería se desplegaron en las calles principales ante las restricciones a los ciudadanos y la restricción de la circulación de vehículos, mientras lanzaban bombas sonoras para aterrorizar a la población.

Hoy al amanecer, las topadoras del enemigo israelí demolieron casas y edificios residenciales en el área de Al-Gharaifat en el barrio de Al-Manshiya en el campamento de Nour Shams, en implementación de un plan para demoler viviendas para construir carreteras dentro del campamento y cambiar sus características y naturaleza geográfica, especialmente después de que sus residentes se vieron obligados a evacuar por la fuerza.

En el mismo contexto, fuentes palestinas locales informaron que las fuerzas enemigas israelíes obligaron esta mañana a la gente a evacuar sus hogares en el barrio de Jabal al-Saliheen en el campamento de Nour Shams, que está sujeto a un asedio absoluto simultáneo con redadas generalizadas y vandalismo de viviendas, amenazando a sus residentes y obligándolos a evacuar, dejando el campamento casi vacío de sus residentes, después de que más de 12.000 refugiados fueran desplazados de él.

Los soldados del enemigo israelí también están desplegados ampliamente en todos sus barrios, y están asaltando casas vacías, convirtiéndolas en cuarteles militares y lugares para francotiradores, además de asaltar tiendas, instituciones y mezquitas, destrozar sus pertenencias y apoderarse de algunas de ellas.

Las fuerzas enemigas israelíes continúan tomando varias viviendas en la calle Naplusa, especialmente la que da al campamento de Tulkarm, donde sus vehículos están estacionados en sus proximidades, en medio de estrictas medidas que limitan la circulación de vehículos y de ciudadanos.

Estos ataques se producen en el contexto de la actual escalada de las fuerzas enemigas israelíes en la ciudad de Tulkarm y sus dos campamentos, que tuvo como resultado el martirio de 13 ciudadanos palestinos, entre ellos un niño y dos mujeres, una de las cuales está embarazada de ocho meses, además de las lesiones y la detención de decenas de personas, y el desplazamiento forzado de más de 24.000 personas de los dos campamentos.

La agresión israelí también provocó una destrucción integral, afectando la infraestructura de agua, electricidad, alcantarillado y redes de comunicaciones, así como viviendas, comercios y vehículos, los cuales fueron sometidos a demoliciones totales y parciales, incendios, vandalismo, saqueos e incautaciones, además de cerrar los accesos a los dos campamentos y sus callejones con bermas de tierra.