
Sídney – Saba:
Sídney, Australia, fue testigo de una multitudinaria marcha este domingo por la mañana, con decenas de miles de manifestantes propalestinos bloqueando el famoso Puente del Puerto de Sídney. Corearon consignas exigiendo el fin del genocidio en Gaza y afirmando que "la justicia no conoce fronteras geográficas".
Entre los manifestantes se encontraba el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, en su primera aparición pública desde su liberación de una prisión británica el año pasado. Caminó en silencio, rodeado de su familia, y apareció junto al exministro de Asuntos Exteriores australiano, Bob Carr, en lo que se consideró un significativo gesto simbólico de su postura progresista al criticar las políticas occidentales hacia la causa palestina.
La marcha, titulada "Marcha por la Humanidad", no se limitó a ningún grupo de edad ni etnia. Incluía adultos, niños, familias, estudiantes y personas mayores de ochenta años, desafiando la lluvia torrencial y los fuertes vientos que azotaban la ciudad.
Los manifestantes portaban pancartas e imágenes que representaban al supuesto Primer Ministro de la entidad sionista, un criminal de guerra buscado por la Corte Penal Internacional, Benjamin Netanyahu, como Adolf Hitler. Algunos participantes también alzaban ollas, simbolizando el hambre en la Franja de Gaza.
Otros manifestantes ondeaban dibujos de sandías, un símbolo popular de Palestina, mientras que otros portaban pancartas con los nombres de los miles de niños palestinos asesinados desde el estallido de la agresión en octubre de 2023.
El gobierno de Nueva Gales del Sur intentó impedir que la marcha cruzara el puente, pero los organizadores persistieron, apelando ante el Tribunal Supremo, que les otorgó permiso legal para continuar.
Paralelamente, Melbourne fue testigo de una manifestación similar, que incluyó enfrentamientos limitados con la policía, que arrestó al menos a una persona tras bloquear un puente importante.
La senadora del Partido Verde, Mehreen Farooq, calificó la marcha de "histórica", exigiendo las sanciones más estrictas contra Israel y criticando duramente al primer ministro de Nueva Gales del Sur, Chris Minns, quien intentó interrumpir la marcha.
El diputado laborista Ed Husik instó a su partido gobernante a reconocer formalmente el Estado de Palestina, una medida que refleja la creciente indignación en los círculos políticos por el silencio del gobierno ante los crímenes del enemigo sionista.
En una acción notable, el primer ministro Anthony Albanese reiteró sus críticas a la agresión israelí, afirmando que "el bloqueo de la ayuda y la matanza de civiles en Gaza no pueden justificarse ni tolerarse", en medio de reiteradas acusaciones israelíes de que está "alentando el antisemitismo".