
Teherán – Saba:
El Líder Supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, afirmó el miércoles que el gran logro de su pueblo en la Guerra de los 12 Días fue resultado de la determinación, la fuerza de voluntad y la confianza nacional, porque simplemente tener el espíritu y la disposición para enfrentar a una potencia como Estados Unidos y su perro rabioso, el régimen sionista, es de suma importancia
Durante su reunión con el jefe del poder judicial y altos funcionarios de Irán, el ayatolá Jamenei elogió la unidad del pueblo iraní, a pesar de todas las diferencias políticas y religiosas, en la defensa de Irán, y enfatizó que preservar esta unidad es deber de todos.
Dijo: «Amigos y enemigos deben saber que el pueblo iraní no se mostrará débil en ningún campo ni ámbito», según la Agencia de Noticias Iraní (IRNA).
Añadió: «Contamos con todas las herramientas necesarias, como la lógica y el poder militar, así que cuando intervengamos en la diplomacia o en el ámbito militar, lo haremos con toda la fuerza, si Dios quiere».
Continuó: «Aunque consideramos a la entidad sionista un tumor maligno y a Estados Unidos un criminal por apoyarla, no aceptamos la guerra. Sin embargo, siempre que el enemigo nos atacó, nuestra respuesta fue aplastante y contundente».
Añadió: «Si la entidad sionista no se hubiera arrodillado, o no se hubiera postrado, o si hubiera sido capaz de defenderse, no habría recurrido a Estados Unidos de esta manera. Pero se dio cuenta de que no podía hacer frente a la República Islámica de Irán».
Sayyed Jamenei describió el contraataque de Irán al ataque estadounidense como un golpe extremadamente sensible.
Explicó: «El centro que Irán atacó era un centro estadounidense muy sensible en la región. Cuando se levante la censura de los medios, se hará evidente la magnitud del golpe que Irán asestó a esta base. Por supuesto, un golpe aún mayor podría asestarse a Estados Unidos y a otros países».
Señaló que el surgimiento del espíritu y la causa nacionales en la reciente guerra fue extremadamente importante y constituyó un obstáculo para la realización del plan del enemigo.
Añadió: «Los planes y cálculos de los agresores consistían en debilitar al régimen atacando a ciertas figuras y centros sensibles en Irán. Creían que podrían eliminarlo incitando a la gente, sacándola a las calles y poniendo en marcha las fuerzas centrales latentes de sus mercenarios, desde hipócritas y monárquicos hasta matones (la gentuza y los sinvergüenzas)».
Continuó: «En la práctica, ocurrió exactamente lo contrario del plan del enemigo, y quedó claro que muchos de los cálculos de algunos individuos en el ámbito político y similares eran incorrectos».