Jerusalén - Saba:
El Dirigente de Hamás, Majed Abu Qutaish, destacó que las repetidas incursiones de colonos en los patios de la sagrada mezquita Al-Aqsa bajo la protección de las fuerzas enemigas sionistas, y la creciente demolición de viviendas de ciudadanos en barrios de Jerusalén, la más reciente de las cuales fue en Anata, representan una peligrosa escalada en la guerra librada por la ocupación contra la presencia palestina y los lugares sagrados de la nación.
Abu Qutaish dijo en un comunicado de prensa el miércoles que estas incursiones diarias y rituales talmúdicos dentro de la sagrada mezquita Al-Aqsa son un intento de consolidar el control completo de la ocupación en el marco del proyecto de división temporal y espacial que el enemigo está adoptando y trabajando para consolidar, y constituyen un ataque a los sentimientos de millones de musulmanes en todo el mundo.
Señaló que la demolición de viviendas de ciudadanos en Jerusalén por parte del enemigo representa un crimen sistemático destinado a desplazar por la fuerza a los residentes y vaciar la ciudad de su gente como parte de los planes de judaización y limpieza étnica del enemigo, que está implementando abiertamente. Enfatizó que estos planes no lograrán cambiar la identidad de la ciudad ni quebrantar la firmeza de su gente.
Abu Qutaish hizo un llamamiento al pueblo palestino de Jerusalén, Cisjordania y los territorios ocupados a movilizarse y mantener una fuerte presencia en la sagrada mezquita Al-Aqsa, y a mantener una presencia permanente en sus patios en defensa de la mezquita contra los planes de la ocupación que atentan contra su identidad islámica.
Subrayó que la presencia en la Mezquita Al-Aqsa es un deber religioso, nacional y moral, y un mensaje claro al enemigo de que la Mezquita Al-Aqsa es un derecho exclusivo de los musulmanes y que nuestro pueblo no permitirá que quede aislada o dividida, sin importar los sacrificios que ello requiera.
También pidió a los países árabes e islámicos que adopten medidas urgentes para detener estos ataques crecientes, proteger la mezquita Al-Aqsa y otros lugares sagrados, y detener las políticas agresivas del enemigo y la guerra religiosa en curso.