
Sana'a Saba:
Hoy en día, el frente Yemenita e apoyo a Gaza constituye uno de los frentes más activos e influyentes que enfrentan la agresión sionista, en particular ante la creciente brutalidad de la ocupación contra los civiles en Gaza, que enfrentan una triple amenaza de muerte: bombardeos, hambre y enfermedades, en una escena sin paralelo en la historia contemporánea.
Mientras la maquinaria de exterminio sionista continúa sus ataques durante más de 21 meses, el número de mártires, heridos y desaparecidos en la Franja de Gaza sigue aumentando. Mientras tanto, el enemigo continúa buscando a sus cautivos, sin lograr avances significativos. En cambio, sufre grandes pérdidas diarias debido a la firmeza y los dolorosos golpes de la resistencia palestina.
A pesar de las importantes pérdidas sufridas por la entidad ocupante, tanto a manos de la resistencia palestina como de los ataques iraníes durante los últimos 12 días, su respuesta ha estado dirigida contra los civiles y ha dirigido su odio contra el pueblo de Gaza en un sangriento acto de venganza que se desarrolla ante los ojos del mundo, en medio del silencio internacional y una vergonzosa inacción oficial árabe e islámica.
Pero Yemen, un país que ha desafiado a los invasores a lo largo de la historia, hoy se enfrenta al desafío, dirigiendo sus armas contra un enemigo arrogante que amenaza no sólo a los palestinos sino también la seguridad y la estabilidad de toda la región. Los repetidos ataques contra Yemen, Líbano, Siria e Irán confirman que la entidad sionista es un proyecto permanente de guerra y terrorismo que no conoce la paz.
En un avance significativo, el enemigo lanzó recientemente ataques contra instalaciones civiles yemeníes, incluidos los puertos de Hodeidah y Ras Isa, y la central eléctrica de Ras Katnib. Se trata de un intento desesperado de disuadir al frente yemení, que se ha convertido en una fuente de preocupación para los que toman las decisiones en Tel Aviv, especialmente dadas las crecientes capacidades de Yemen en materia de misiles y defensa aérea.
Por primera vez, los sistemas de defensa aérea fabricados localmente en Yemen entraron en uso operativo, con misiles tierra-aire lanzados para interceptar aviones enemigos en los cielos de Hodeidah. Esto marcó un punto de inflexión cualitativo y una verdadera traducción de la advertencia de Su Excelencia el Mariscal de Campo Mahdi Al-Mashat, Presidente del Consejo Político Supremo y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, de que los aviones enemigos se convertirían en "el hazmerreír de los cielos de Yemen".
La entrada estratégica de los sistemas de defensa aérea no es sólo una ganancia táctica, sino un mensaje claro a todos los que apoyan a la entidad, liderada por Estados Unidos, Gran Bretaña y sus aliados, de que el espacio aéreo yemení ya no es una arena abierta y permisible para aeronaves hostiles, sino que ahora está protegido por capacidades defensivas capaces de disuasión.
Siguiendo la estrategia de "respuesta en especie", las fuerzas armadas yemeníes llevaron a cabo ataques de precisión contra objetivos ubicados en lo profundo de la entidad sionista, incluido el aeropuerto de Lod, el puerto de Ashdod y la central eléctrica de Ashkelon, en respuesta a los ataques a los puertos de Hodeidah y Ras Isa. Este fue un mensaje de que Saná tiene la última palabra y que el costo de la agresión será exorbitante.
Los analistas militares afirman que la posesión por parte de Yemen de un moderno sistema de defensa aérea transformará el conflicto y hará añicos la ilusión de un "ejército invencible", que durante mucho tiempo se ha jactado de su capacidad de atacar cualquier lugar de la región sin disuasión.
Mientras el liderazgo de la entidad sionista revisa la realidad de la infiltración yemení en su espacio aéreo y sus capacidades, Saná sigue totalmente preparada para el peor escenario, con frentes entrelazados y misiles, buques de guerra y aviones compitiendo en un escenario donde el mundo sólo respeta la voz de la fuerza.