Ramallah-Saba:
Ahmed Majdalani, miembro del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina y Secretario General del Frente de Lucha Popular Palestino, consideró que las declaraciones emitidas por el gobierno de ocupación fascista israelí respecto a la anexión de Cisjordania, la imposición de soberanía y la aplicación de la ley allí, son una escalada peligrosa e incompatible con las resoluciones de legitimidad internacional y el derecho internacional.
Durante una reunión de los miembros del Comité Central del Frente, Majdalani dijo que el gobierno de ocupación está trabajando diligentemente y dentro de resoluciones claras para implementar esta decisión. Todas las medidas de ocupación en Cisjordania se han convertido en la práctica en medidas de anexión de facto, incluida la colonización, la instalación de puertas de hierro y el desmembramiento de ciudades y pueblos de Cisjordania.
Señaló que las declaraciones israelíes, iniciadas por el Ministro de Finanzas y el Ministro de Defensa, Bezalel Smotrich, y seguidas por declaraciones del Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el Ministro de Asuntos Exteriores israelí, Gideon Sa'ar, y otros, de que ha llegado el momento de que la soberanía israelí sobre Cisjordania se implemente en el próximo año, 2025, y que se han dado órdenes en esa dirección, culminan hoy en un intento de imponer un hecho consumado con medidas reales sobre el terreno.
Majdalani explicó que esta decisión no cambia el estatus legal actual de Cisjordania, ya que se considera territorio ocupado según el derecho internacional y allí se aplica la Cuarta Convención de Ginebra.
Instó a la comunidad internacional a adoptar medidas serias y responsables contra estas peligrosas declaraciones. A la luz de los acontecimientos que tienen lugar sobre el terreno, las declaraciones de condena y denuncia ya no son una política realista. Más bien, se deben imponer sanciones al Estado ocupante, obligándolo a implementar las resoluciones internacionales pertinentes sobre la cuestión palestina, y se debe ejercer presión para convocar una conferencia internacional de paz.