
Jerusalén ocupada - Saba:
El Centro de Información de Wadi Hilweh, en la Jerusalén ocupada, documentó 12 demoliciones y cierres en la Ciudad Santa durante junio.
En un informe publicado hoy martes, el centro explicó que las demoliciones afectaron instalaciones residenciales, comerciales y agrícolas, e incluyeron el cierre de establecimientos comerciales con el pretexto de emplear a palestinos con documentos de identidad de Cisjordania.
Las demoliciones variaron entre autodemoliciones, en las que las familias se vieron obligadas a realizarlas ellas mismas para evitar multas elevadas, y demoliciones llevadas a cabo por equipos municipales israelíes con el apoyo de la policía.
Según el centro, las autoridades israelíes continuaron sus campañas de arrestos en Jerusalén durante junio, realizando arrestos diarios desde la ciudad.
Los arrestos incluyeron a niños, jóvenes, mujeres y ancianos, además de cientos de palestinos con documentos de identidad de Cisjordania, bajo el pretexto de "residencia ilegal en Jerusalén".
El 25 de junio de 2025, Zahia Joudeh al-Obeidi, de 66 años, fue asesinada a tiros por las fuerzas israelíes mientras estaba sentada con su familia en la azotea de su edificio de apartamentos en el campo de refugiados de Shuafat, al noreste de Jerusalén.
En cuanto a la sagrada Mezquita de Al-Aqsa, el informe confirmó que esta fue testigo de una escalada sin precedentes de violaciones durante junio, lo que el centro calificó de "precedente peligroso".
El informe explicó que estas violaciones incluyeron la introducción de rituales religiosos judíos, como el vino y el "pan sagrado". También explicó que el extremista y criminal ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, irrumpió en la mezquita y exigió que se permitiera a los colonos realizar sus rituales, cantar y bailar dentro de la mezquita sin ninguna objeción policial. También incluyó la imposición de un cierre y bloqueo durante la guerra con Irán.
El 13 de junio, las autoridades de ocupación israelíes cerraron completamente la Mezquita de Al-Aqsa, permitiendo la entrada únicamente a los empleados del Departamento Islámico del Waqf. Cinco días después, fue reabierta parcialmente, abriendo únicamente las Puertas de Hatta y Silsilah, con estrictas restricciones sobre el número de fieles permitidos, limitándolo a 500 personas.
El 22 de junio, fue cerrada de nuevo, permitiendo la entrada únicamente a los empleados del Departamento Islámico del Waqf, hasta su reapertura el 24 de junio.
En cuanto a las órdenes de desalojo, el Centro de Información informó que tres familias jerosolimitanas —al-Rajabi, Odeh y Shuweiki— recibieron órdenes judiciales de las autoridades de ocupación israelíes para desalojar sus viviendas y edificios residenciales en el barrio de Batn al-Hawa, amenazando con el desplazamiento forzado a aproximadamente 25 personas.
En la ciudad de Umm Tuba, al sur de Jerusalén, la llamada Autoridad de Tierras de Israel entregó órdenes de desalojo a 18 viviendas, la mayoría de las cuales habían sido construidas con permisos oficiales en los últimos años.