
Teherán - Saba:
El representante de Irán ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Saeed Iravani, afirmó que su país se reserva el derecho legítimo de defenderse contra una agresión flagrante de conformidad con los principios del derecho internacional y el artículo 51 de la Carta de la ONU.
"Hoy, una nueva mancha de vergüenza se ha añadido a la historia política de Estados Unidos. Donald Trump se vio obligado, personal y directamente, a implementar los capítulos más despreciables de este escenario malicioso", declaró Iravani durante una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad celebrada el lunes, hora de Saná, para debatir la agresión militar estadounidense contra Irán, según la agencia de noticias iraní Tasnim.
Señaló que Irán, como país independiente y amante de la paz, ha advertido repetidamente a la administración estadounidense de las consecuencias de sus políticas agresivas, señalando que este ataque injustificado es una continuación de una serie de ataques lanzados por la entidad sionista contra Irán y su pueblo.
Añadió: “Condenamos en los términos más enérgicos esta agresión flagrante y premeditada, que representa una flagrante violación del derecho internacional y una clara infracción de la soberanía de Irán”.
Subrayó que Estados Unidos ha recurrido una vez más al uso ilegal de la fuerza, bajo falsos pretextos y escenarios absurdos y sin fundamento, calificándolo de "contradicción flagrante y trágica".
Afirmó que todas las acusaciones estadounidenses contra Irán son "infundadas, sin ninguna base legal y motivadas puramente políticamente", recordando el asesinato del mártir teniente general Qassem Soleimani, "que se llevó a cabo por orden directa del expresidente estadounidense".
Continuó: "Los flagrantes dobles raseros adoptados por el Organismo Internacional de Energía Atómica y el Consejo de Seguridad en sus relaciones con Irán, en comparación con Israel, constituyen una vergüenza moral, jurídica y política".
El delegado iraní concluyó su discurso pidiendo al Consejo de Seguridad que adopte medidas urgentes en virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, diciendo: "El Consejo debe asumir su responsabilidad legal, poner fin a estas violaciones y restablecer cierta medida de justicia en el orden internacional disfuncional".