El enemigo israelí continúa su agresión contra la ciudad de Tulkarm y sus dos campamentos por 138.º día consecutivo, en medio de continuas demoliciones de viviendas.


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Yemen News Agency SABA
El enemigo israelí continúa su agresión contra la ciudad de Tulkarm y sus dos campamentos por 138.º día consecutivo, en medio de continuas demoliciones de viviendas.
[14/ junio/2025]

Tulkarm-Saba:
Las fuerzas enemigas israelíes continuaron su agresión contra la ciudad de Tulkarm y su campamento por 138.º día consecutivo, y por 125.º día contra el campamento de Nur Shams, en medio de una escalada generalizada de violencia en el terreno y continuas demoliciones de viviendas.

La agencia de noticias palestina WAFA informó que las excavadoras enemigas continuaron demoliendo edificios residenciales en el centro del campamento de Tulkarm por octavo día consecutivo, implementando un plan para demoler 106 edificios en los campamentos de Tulkarm y Nur Shams. Estos incluyen 58 edificios solo en el campamento de Tulkarem, concretamente en los barrios de Balawneh y al-Akasha y sus alrededores, además del barrio de al-Nadi, que alberga más de 250 viviendas y decenas de establecimientos comerciales.

El enemigo israelí continúa imponiendo un férreo asedio a los campamentos de Tulkarem y Nur Shams y sus alrededores. Escuadrones de infantería están desplegados en los callejones, barrios y entradas, impidiendo que los residentes lleguen a sus casas para ver cómo están o recuperar sus pertenencias, y abriendo fuego directamente contra cualquiera que intente acercarse.

En los últimos días, el campamento de Nur Shams ha sido testigo de continuas demoliciones de edificios residenciales, lo que ha resultado en la demolición de más de 20 edificios. Esto forma parte del plan del enemigo para demoler 48 edificios en Nur Shams, con el pretexto de despejar carreteras y alterar la orografía de ambos campamentos.

Las fuerzas enemigas israelíes continúan transformando la calle Nablus en cuarteles militares al tomar posesión de varios edificios residenciales, así como de partes del barrio norte de la ciudad, en concreto los que dan al campamento de Tulkarem, tras evacuar por la fuerza a sus residentes. Algunos de estos edificios llevan más de cuatro meses bajo control enemigo, incluidas las casas de las familias Faratawi y Younis, que fueron incendiadas anoche por soldados enemigos, junto con el despliegue de maquinaria pesada y excavadoras en los alrededores.

La calle Nablus, que conecta los campamentos de refugiados de Tulkarem y Nur Shams, también ha sufrido daños importantes debido a los montículos de tierra erigidos por las fuerzas israelíes hace varios meses. A esto se suma la fuerte presencia de las fuerzas israelíes, que están estableciendo puestos de control improvisados e improvisados, impidiendo la circulación de vehículos y aumentando el sufrimiento de los ciudadanos.

Mientras tanto, la ciudad y sus alrededores son testigos de una intensa actividad por parte de vehículos militares y unidades de infantería israelíes. Estos vehículos patrullan las principales calles y barrios, obstruyendo deliberadamente la circulación de ciudadanos y vehículos, haciendo sonar sus bocinas de forma provocativa y circulando en sentido contrario al tráfico.

Esta mañana, las fuerzas de ocupación cerraron las entradas este y sur de la ciudad cerrando las puertas de hierro del puesto de control militar de Anab y el puente de Jabara, reforzando sus medidas de seguridad e impidiendo el paso de vehículos.

Esta agresión continua ha causado hasta la fecha la muerte de 13 civiles palestinos, entre ellos un niño y dos mujeres, una de ellas embarazada de ocho meses. También se han reportado decenas de heridos y detenidos, además de una destrucción generalizada de infraestructuras, viviendas, comercios y vehículos.

Según los últimos datos, la escalada ha desplazado a más de 5.000 familias de los dos campamentos, lo que representa a más de 25.000 ciudadanos palestinos. Al menos 400 viviendas han quedado completamente destruidas y otras 2.573 han sufrido daños parciales. Las entradas a los campamentos permanecen cerradas con barricadas, convirtiéndolos en zonas prácticamente sin vida.