
Bruselas – Saba:
La Unión Europea expresó su apoyo a la Corte Penal Internacional (CPI) el viernes después de que Estados Unidos impusiera sanciones a cuatro juezas.
En declaraciones emitidas por funcionarios de la UE, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, enfatizó que la CPI "debe tener libertad para actuar, sin presiones".
Von der Leyen añadió, en una publicación en su cuenta X, que la corte "responsabiliza a los autores de los crímenes más graves del mundo y brinda a las víctimas la oportunidad de expresarse", según el sitio web del canal Al-Mayadeen.
El presidente del Consejo Europeo, António Costa, describió la corte como "una piedra angular de la justicia internacional", enfatizando la necesidad de proteger su independencia e integridad.
Eslovenia, miembro de la Unión Europea, afirmó que presionaría a Bruselas para que ejerciera sus poderes y garantizara que las sanciones estadounidenses no se aplicaran en Europa.
Eslovenia instó a la UE a invocar la Ley de Inmunidad, que impide a cualquier empresa europea cumplir con las sanciones estadounidenses que Bruselas considere ilegales. Esta facultad se ha utilizado anteriormente para impedir que Washington prohibiera el comercio con Cuba e Irán.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Eslovenia anunció el jueves por la noche en su cuenta de Twitter que propondría la activación inmediata de la Ley de Inmunidad, basándose en la inclusión de la ciudadana de un Estado miembro de la UE, la jueza Betty Hoehler, en la lista de sanciones.
Esto se produce después de que el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump impusiera sanciones a cuatro juezas de la Corte Penal Internacional en respuesta a la presentación de un escrito de acusación contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y a su decisión de abrir una investigación sobre los crímenes de guerra cometidos por las fuerzas estadounidenses en Afganistán.
Además de Hoehler, la orden de sanciones también incluye a los jueces Solome Balungi Bossa de Uganda, Luz del Carmen Ibáñez Carranza de Perú y Reine Adélaïde Sophie Alapini Gansou de Benín.
La orden congela los activos que los jueces tengan en Estados Unidos y los incluye en un sistema automatizado de verificación utilizado por numerosos bancos en todo el mundo.
Esta sanción dificulta a quienes la reciben abrir cuentas bancarias, mantener cuentas existentes o transferir fondos.
La orden también estipula que los ciudadanos estadounidenses que presten servicios a los jueces podrían enfrentar sanciones civiles y penales.