
Gaza-Saba:
Médicos Sin Fronteras (MSF) informó que el Hospital Europeo de Gaza en Khan Younis, al sur de Gaza, el último centro que brinda tratamiento contra el cáncer en la Franja de Gaza, está fuera de servicio después de ser bombardeado por las fuerzas israelíes el 13 de mayo.
La organización señaló, en publicaciones en la plataforma X el viernes, que el hospital era uno de los últimos salvavidas que quedaban en el devastado sistema de salud de Gaza.
La organización explicó que el Hospital Nasser, apoyado por Médicos Sin Fronteras, es ahora el único hospital público en Khan Yunis, en el sur de Gaza. También fue bombardeado el mismo día, horas antes de que fuera bombardeado el Hospital Europeo de Gaza, por segunda vez en menos de dos meses.
La organización confirmó que los residentes de Gaza tienen dificultades para acceder a atención médica vital y que los hospitales restantes, que en la mayoría de los casos funcionan parcialmente, están constantemente abarrotados.
La organización consideró que los repetidos ataques a centros sanitarios son otros ejemplos de cómo las autoridades israelíes están haciendo inhabitable la Franja de Gaza.
El Dr. Mohammed Abu Salmiya, director del Hospital Al-Shifa de la ciudad de Gaza, afirmó que el sector sanitario en la Franja de Gaza está perdiendo el control por completo debido al aumento significativo de los ataques israelíes, y describió la situación sanitaria en la Franja como "moribunda".
Abu Salmiya explicó en declaraciones a la prensa el viernes que la magnitud de los ataques israelíes, en términos de cantidad y calidad, es "la más grande y peligrosa", y señaló que "decenas de mártires llegan uno tras otro, además de un gran número de heridos críticos y graves".
Agregó que el sistema de salud, particularmente en la ciudad de Gaza y la gobernación del norte, está funcionando a menos del 15% de su capacidad anterior, después de que las fuerzas de ocupación lo privaran del 85% de sus capacidades como resultado de repetidos ataques a hospitales y centros de salud.
Señaló que los hospitales ya no están en condiciones de atender el gran número de heridos, sobre todo dada la grave escasez de camas. Sólo quedan 1.980 camas, de las aproximadamente 3.412 disponibles en hospitales públicos y privados antes de la agresión.
Abu Salmiya destacó que las unidades de cuidados intensivos están bajo una enorme presión, ya que la gran mayoría de los casos requieren cuidados críticos. El número de camas disponibles actualmente no supera las 127, menos de la mitad de su capacidad anterior, pese a que se ha duplicado el número de pacientes infectados.
Concluyó advirtiendo que esta situación de deterioro presagia un colapso total del sistema de salud, dados los continuos ataques directos a instalaciones civiles y zonas de desplazamiento, subrayando que "el sistema de salud se está muriendo".