
Londres - Saba:
El ministro de Estado británico para Oriente Medio, Hamish Falconer, condenó el comportamiento de Israel hacia la ayuda humanitaria destinada a la Franja de Gaza, subrayando que Tel Aviv está obligado a aplicar las medidas provisionales dictadas por la Corte Internacional de Justicia.
Durante una sesión parlamentaria dedicada a discutir el deterioro de la situación humanitaria en Gaza el miércoles, Falconer pidió el levantamiento inmediato de las restricciones al ingreso de ayuda, enfatizando que obstruir el acceso de la ayuda a la población es "atroz e inexcusable".
Señaló que "toneladas de alimentos han sido abandonadas a su suerte en la frontera de Gaza, mientras los civiles se enfrentan a la amenaza de morir de hambre", y expresó su condena a las declaraciones de algunos ministros "israelíes" que ven la ayuda como un medio de presión.
"No podemos permanecer en silencio ante los continuos ataques aéreos que se cobran la vida de civiles palestinos cada noche, y esta escalada debe cesar", dijo Falconer.
En sus declaraciones, el ministro británico destacó el apoyo de su gobierno a la Corte Internacional de Justicia y su independencia, explicando que el Reino Unido apoya la serie de medidas provisionales del tribunal en el caso presentado por Sudáfrica contra Israel por cargos de genocidio, y afirmando que Israel está legalmente obligado a implementarlas.
Desde hace 71 días, las fuerzas israelíes siguen imponiendo un férreo bloqueo a la Franja de Gaza, impidiendo la entrada de ayuda humanitaria, medicamentos y alimentos. Esto coincide con la reanudación de la agresión militar y el crimen de genocidio por 60º día consecutivo, tras la violación del acuerdo de alto el fuego el 18 de marzo.
La población de la Franja de Gaza sufre una crisis agobiante y una escasez de alimentos y agua. Las panaderías del Strip llevan 41 días cerradas, mientras la hambruna amenaza la vida de más de dos millones y cuarto de personas que viven bajo el peso de los bombardeos, las masacres y una guerra de exterminio.