
Beirut-Saba:
El secretario general del Hezbolá libanés, el jeque Naim Qassem, afirmó que los intentos de debilitar la resistencia y aislarla de la ecuación libanesa han fracasado en el pasado y no tendrán éxito en el futuro. Destacó que cualquier intento de aislar la resistencia es una ilusión engañosa que no tiene cabida en la realidad.
En un discurso pronunciado el lunes por la noche para conmemorar el noveno aniversario del martirio del líder yihadista Mustafa Badreddine, el jeque Qassem dijo: "Cualquiera que piense que puede derribar la resistencia mediante la presión o el aislamiento está repitiendo el fracaso que sufrieron en la guerra". Subrayó que la presión política y mediática no tendrá éxito allí donde la maquinaria militar israelí fracasó.
Señaló que la resistencia, a través de su liderazgo y sacrificios, ha tenido éxito en los últimos años en disuadir la ocupación israelí y frustrar sus planes de anexar territorio libanés e imponer acuerdos humillantes, y agregó: "La resistencia es lo que protegió al Líbano e impuso la ecuación de disuasión".
Qassem enfatizó que "Israel" hoy continúa con su agresión y presión, pero bajo un disfraz político, afirmando que la continua fuerza y firmeza de la resistencia llevará al enemigo a la desesperación y consolidará la ecuación de orgullo y dignidad frente al proyecto sionista.
Respecto a la cuestión palestina, destacó que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, "no podrá confiscar los derechos del pueblo palestino, a pesar de todos los crímenes y agresiones", elogiando la firmeza de Gaza y el heroísmo de las facciones de la resistencia que "expusieron a la entidad israelí y demostraron su brutalidad al mundo".
El Jeque Qassem también condenó los repetidos ataques israelíes contra Siria, que atacan la soberanía siria, y afirmó su confianza en la capacidad del pueblo sirio para frustrar los objetivos israelíes, tal como los combatientes de la resistencia en el Líbano y Palestina los habían frustrado.
Al honrar al líder mártir Mustafa Badreddine, señaló que el mártir fue uno de los primeros en enfrentar la ocupación después de la invasión de 1982 y dirigió operaciones únicas contra el enemigo, encarnando el modelo de un líder de resistencia firme y en el campo.
Al concluir su discurso, Qassem llamó a los libaneses a adherirse a los principios nacionales y apoyar la opción de la resistencia frente a la continua agresión israelí, subrayando que la protección del Líbano sólo puede lograrse a través de la resistencia y la unidad nacional.