
Sana'a - Saba - Escrito por: Editor político
La decisión del Centro de Coordinación Humanitaria (HCC) de prohibir la exportación, reexportación, transferencia, carga, compra o venta de petróleo crudo estadounidense desde puertos estadounidenses, ya sea directa o indirectamente, incluidas las transferencias de barco a barco, en su totalidad o en parte, o por otros medios, amplía el alcance de la confrontación militar con Estados Unidos y representa un nuevo punto de inflexión en los planes de Saná para socavar la economía estadounidense.
Estados Unidos, como es bien sabido, conduce su política y diplomacia global basándose en dos entidades principales: la primera es militar y la segunda es económica, y ambas se complementan. En el ámbito militar, a lo largo de décadas y en tiempos de negligencia, Estados Unidos construyó un ejército poderoso basado en el saqueo de las riquezas de los pueblos, incluidos el petróleo y los recursos minerales, ya sea mediante ocupación directa o indirecta o mediante la amenaza de ocupación. Para ello, construyó grandes bases militares en varios continentes del mundo, desplegando armas letales y soldados altamente entrenados. Estas bases se convirtieron en puntos focales de cualquier acción militar hostil estadounidense contra cualquier país que no se someta a los dictados de Washington o sea hostil a su agenda política.
Estados Unidos ha gastado miles de millones de dólares en su ejército y lo ha equipado con las armas más modernas, convirtiéndolo en una poderosa herramienta para proteger sus intereses. Esto es bien conocido en todo el mundo.
En el frente económico, Estados Unidos ha construido una economía fuerte saqueando la riqueza y los recursos de las naciones, ya sea mediante la ocupación o la amenaza de ocupación. Este Estado delincuente ha tenido, en gran medida, éxito en su cometido. También ha tomado el control de importantes vías fluviales y países con características geopolíticas sensibles, lo que ha llevado a su control casi total del mundo. Se ha erigido como policía internacional para proteger sus intereses y los de sus aliados.
En consecuencia, la importancia de la decisión del Centro de Coordinación Humanitaria de Yemen de prohibir las exportaciones de petróleo estadounidense reside en el concepto de reciprocidad. Es una decisión que ningún país del mundo habría considerado tomar. Sin embargo, la República del Yemen, actuando desde una posición de liderazgo y voluntad nacional, tomó esa decisión, demostrando al mundo entero la fragilidad del régimen estadounidense, aunque sea militar y económicamente poderoso.
Yemen lo dijo y lo implementará, y el mundo lo seguirá. Comenzará a pensar en hacer lo que hizo la República de Yemen al oponerse a la imprudente política estadounidense, y todos sabrán después de eso que Estados Unidos no es más que un fenómeno vocal si hay alguien que le diga no y se enfrente a su imprudente política.