
Sana'a - Saba:
En una acción sin precedentes en la historia del conflicto árabe-sionista, Yemen ha sentado un precedente histórico al anunciar un bloqueo aéreo total de la entidad de ocupación israelí, en respuesta directa a la escalada de agresión contra el pueblo palestino y la expansión de sus crímenes en la Franja de Gaza.
La decisión yemení viene a confirmar que la era de la supremacía aérea israelí ha terminado y que el espacio aéreo del enemigo está ahora expuesto a una fuerza Yemenita que ha impuesto nuevas ecuaciones desde el corazón de Saná en apoyo del oprimido pueblo palestino.
Hace diez años, aviones estadounidenses, saudíes y emiratíes llenaron los cielos de Yemen, anunciando el inicio de una agresión y un asedio integral, cuya decisión fue emitida desde Washington por el portavoz de la coalición contra la agresión, Ahmed Asiri. Hoy, después de años de resiliencia y transformación, las fuerzas armadas yemenitas de Saná han anunciado una decisión estratégica de imponer un bloqueo a Israel, transformando a Yemen de un país asediado en una fuerza que impone un bloqueo al propio enemigo.
La decisión de establecer una zona de exclusión aérea se produjo tras un ataque selectivo de la fuerza de misiles yemení al aeropuerto Ben Gurion en Lod, utilizando un misil balístico hipersónico. El misil alcanzó su objetivo con gran precisión, provocando pánico generalizado entre más de tres millones de colonos, que huyeron a refugios ante el asombro del aparato militar y de seguridad israelí.
La huelga, con su significado simbólico, dominó los medios de comunicación y las plataformas digitales mundiales, y fue aclamada como uno de los cambios más significativos en la confrontación.
A lo largo de la historia, Yemen ha sido y sigue siendo el objetivo de todos los invasores y ocupantes. Los yemenitas se han enfrentado a huracanes muy feroces, que son como montañas imponentes. Hay abundante evidencia de ello, desde los imperios romano, otomano y británico, que abandonaron Yemen derrotado y derrotado. El enemigo estadounidense y sionista y sus aliados deben pasar por esta experiencia en Yemen, y verán que lo que se escribió sobre los yemenitas fue real y no una mera coincidencia.
Las avanzadas y modernas capacidades militares de Yemen, gracias a Dios, a sus dirigentes y a sus hombres leales dedicados a su país, han creado una nueva ecuación disuasoria. Hoy en día, ya no es sólo un actor regional, sino una fuerza influyente en la región y el mundo. Ha podido imponer un embargo aéreo al enemigo sionista mediante la decisión de prohibición que entró en vigor ayer por la tarde.
La decisión de Yemen de imponer una prohibición a Israel trastocará la aviación internacional, obligando a las aerolíneas mundiales a ajustar sus rutas e incurrir en costos adicionales. Esto en sí mismo crea cargas adicionales para la entidad sionista, incurriendo en más pérdidas económicas, debilitando su condición como centro de tránsito regional, amenazando su estabilidad logística y devastando su sector turístico.
El ataque con misiles yemenitas al aeropuerto Ben Gurion es un mensaje a la entidad enemiga de que Yemen apoya al pueblo palestino, su causa y su resistencia. También es un mensaje a la administración estadounidense y a Gran Bretaña para que dejen de interferir en la seguridad y la estabilidad del mundo y de los disturbios en la región, así como para que dejen de apoyar a la entidad enemiga sionista con miles de millones de dólares y diversos tipos de armas y equipos militares para matar al pueblo palestino y sitiar y matar de hambre a los residentes de Gaza.
Las imágenes que muestran el momento de la explosión y la posterior confusión militar israelí representaron un cambio cualitativo en el panorama de la disuasión árabe-islámico. Por primera vez, un misil de este calibre y audacia impactó uno de los aeropuertos más importantes de la entidad. El ataque en sí no fue simplemente un evento táctico, sino también una indicación de la transformación de Yemen en un actor regional con iniciativa militar.
Los observadores militares confirmaron que la operación fue un shock estratégico en un momento delicado, mientras el enemigo se jactaba de haber superado las amenazas que se extendían desde Damasco a Saná. La respuesta hizo añicos la arrogancia de la entidad y demostró que Yemen era un socio directo en la fatídica batalla por Palestina, que no se conformaba con sólo proporcionar apoyo mediático sino que libraba una guerra real.
Saná, que ha cerrado las vías navegables al enemigo sionista, estadounidense y británico en los mares Rojo y Arábigo, el Golfo de Adén y el Océano Índico, ha cerrado los cielos a la entidad enemiga imponiendo una zona de exclusión aérea integral. La entidad enemiga debe darse cuenta de que sus aeropuertos, puertos y espacio aéreo no son seguros.
Es la batalla de "la conquista prometida y la sagrada yihad", librada con pasos seguros hacia una victoria cuyos rasgos están emergiendo rápidamente, a la luz de las crecientes opciones yemenitas y la multiplicidad de sus cartas disuasorias. La batalla aún no ha revelado todas sus cartas, y Yemen aún tiene mucho que sorprender al enemigo y alterar las ecuaciones si continúa la arrogancia estadounidense y sionista.