Beirut-Saba:
El Movimiento de Unificación Islámica en el Líbano expresó su “orgullo y honor en nuestro bendito Yemen, y en la posición de honor y prestigio alcanzada por los musulmanes árabes leales que declararon la guerra y la hostilidad contra los sionistas y los estadounidenses, en defensa de sus hermanos oprimidos en el Líbano y Palestina, y en defensa de las santidades de los árabes y los musulmanes”.
El Movimiento de Unificación Islámica declaró el domingo: «Es como si el versículo sagrado se refiriera a Yemen y a su gente, y a sus frentes y mechones. ‘No lanzaste cuando lanzaste, sino que fue Alá quien lanzó’. Los victoriosos misiles yemeníes, entre los que destaca el proyectil que cayó en el corazón del Aeropuerto Ben Gurión, como un golpe divino bendito y una ruta divinamente guiada, representan una derrota para la movilización de la tecnología occidental y un fracaso para el ensamblaje de los sistemas de defensa aérea estadounidenses, descritos como los más avanzados del mundo».
El comunicado señaló que “estamos viendo en vivo por canales satelitales y en cada medio visual en el corazón de Tel Aviv, dentro de su instalación más importante, un flashback de la destrucción de Gaza, Saná, Hodeidah, Beirut, el Sur y Damasco, una imagen repetida de una explosión masiva que siembra el terror en los corazones de los hijos de Sión, una escena que tiene un gran parecido con lo que sucedió en nuestras ciudades y capitales a manos del proyecto sionista-estadounidense”.
Añadió: “Todo esto nos motiva a tener más fe en la promesa de nuestro Señor: Si vosotros sufrís, ellos también sufren como vosotros, y esperáis de Dios lo que ellos no esperan”.
Al final de su declaración, el movimiento felicitó a «nuestra gente en Gaza, que, a través de las redes sociales, transmitió sus celebraciones y contagió su alegría al ritmo de los misiles del querido Yemen. Esto es una bendición para los corazones de una nación de creyentes, una alegría y felicidad que llena los corazones de los afligidos y dolidos, y paz y tranquilidad para las familias de las víctimas y las familias de los mártires, quienes se visten con la vestimenta del orgullo, la vestimenta de la dignidad y la vestimenta del honor, en un momento en que la inundación de Al-Aqsa expuso y continúa exponiendo a los líderes de los regímenes árabes e islámicos».