
Islamabad-Saba:
El ministro de Información de Pakistán, Ataullah Tarar, reiteró las severas advertencias de Islamabad sobre las consecuencias de cualquier posible ataque de la India, en medio de las crecientes tensiones tras el ataque en la Cachemira controlada por la India.
En una entrevista con el canal de televisión paquistaní Dunya TV, Tarar dijo: "Pakistán ha recibido información creíble sobre un plan indio para lanzar un ataque militar", y agregó: "Si India ataca, enfrentará una respuesta adecuada".
El ministro paquistaní destacó "el papel efectivo del jefe del Ejército de Pakistán, general Syed Asim Munir, en esta situación", reiterando la preparación militar de su país para enfrentar cualquier posible conflicto armado.
El funcionario rechazó lo que describió como la narrativa de la India sobre los temas pendientes, diciendo que "Nueva Delhi enfrenta una situación diplomática embarazosa a nivel mundial", y agregó que "Pakistán está presentando su caso de manera efectiva, buscando obtener apoyo y declarando su posición a nivel mundial".
Según Tarar, el primer ministro pakistaní, Shehbaz Sharif, se ha puesto en contacto con países como China y Arabia Saudita para comunicar la postura de Islamabad sobre la postura provocadora de la India, afirmando: «El discurso indio es falso. India se siente diplomáticamente avergonzada. Por otro lado, Pakistán está presentando su caso con éxito en el escenario internacional».
El 23 de abril, las fuerzas de seguridad indias lanzaron una operación de rastreo masiva en Cachemira, luego de un ataque armado mortal que mató a 26 turistas.
El ataque ocurrió cuando hombres armados emergieron de los bosques y abrieron fuego contra la multitud en un popular sitio turístico en el distrito de Pahalgam, a unos 90 kilómetros de Srinagar, la capital de verano de la región.
Según los medios locales indios, el ministro principal de Jammu y Cachemira, Omar Abdullah, describió el ataque como "el más violento de su tipo contra civiles en los últimos años".
Ningún grupo ha reivindicado la responsabilidad del ataque, pero la región vive una rebelión armada desde 1989.
En un incidente separado, el ejército indio informó de un "fuerte intercambio de disparos" con militantes, que según dijo eran parte de un "intento de infiltración" a través de la disputada frontera desde Pakistán, y agregó que "dos terroristas fueron eliminados".