Pyongyang-Saba:
El líder norcoreano Kim Jong Un inspeccionó el domingo la principal planta de fabricación de tanques del país, enfatizando en la necesidad de reemplazar los viejos vehículos blindados por tanques más nuevos.
La Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA), la agencia oficial de noticias norcoreana, informó que "el líder Kim Jong Un supervisó las operaciones de la planta principal de fabricación de tanques e inspeccionó varias secciones de la planta, donde recibió información detallada sobre el estado de la producción, la modernización y la implementación de la misión de investigación en tecnologías de tanques principales".
El líder norcoreano enfatizó que "abandonar los viejos vehículos blindados y armarlos con los últimos tanques y vehículos blindados modernos es el tema más importante en la modernización de las fuerzas terrestres", expresando su satisfacción por la modernización del diseño de los tanques y los sistemas de disparo, producidos por Corea del Norte.
En sus comentarios, Kim Jong-un pidió a la fábrica mejorar "implacablemente" su tecnología, aumentar las tasas de producción y prestar atención a la mejora del entorno de trabajo.
Corea del Norte celebró el lanzamiento de un nuevo destructor el viernes pasado en una gran ceremonia celebrada en el astillero de Nampo el 25 de abril, aniversario de la fundación de la primera fuerza armada de la Revolución Coreana.
"La ceremonia se celebró en presencia del líder Kim Jong Un, secretario general del Partido de los Trabajadores de Corea y jefe de Estado de la República Popular Democrática de Corea", informó la Agencia Central de Noticias de Corea.
Kim Jong Un pronunció un discurso histórico en la ceremonia de botadura del destructor, llamado Choe Hyon, enfatizando la importancia de este logro para avanzar en la modernización naval del país.
El presidente Kim Jong Un posó para fotos conmemorativas con los oficiales y la tripulación del barco, así como con distinguidos funcionarios y trabajadores del astillero y del instituto responsable del diseño del destructor, a quienes elogió por su papel en la finalización de este proyecto histórico, según la agencia.
Este lanzamiento se produce como parte de los esfuerzos de Pyongyang para mejorar sus capacidades navales y modernizar su flota de buques de guerra.
Anteriormente, Corea del Norte acusó a su vecina Corea del Sur y a Estados Unidos de aumentar las tensiones a través de sus ejercicios militares conjuntos, advirtiendo que disuadiría cualquier intento agresivo de los dos aliados.
El Ministerio de Defensa de Corea del Norte describió los ejercicios aéreos entre Estados Unidos y Corea como un "abuso de fuerza imprudente e innecesario y una grave provocación", diciendo que "eleva la tensión militar regional a un nivel extremadamente peligroso", según la agencia de noticias Yonhap de Corea del Sur.
El Ministerio de Corea acusó a Estados Unidos de desplegar activos estratégicos como submarinos nucleares, bombarderos y portaaviones en la península a un nivel récord.
Consideró que "estas medidas estadounidenses se han convertido en una práctica militar rutinaria", advirtiendo que "la acción militar estadounidense demostrativa tendrá graves consecuencias negativas para la situación de seguridad".