Sanaá - Saba: Jameel Al-Qashm
En su discurso grabado en vídeo el viernes por la noche, el portavoz militar de las Brigadas Qassam, Abu Obeida, ofreció una amplia defensa de la realidad de la situación árabe e islámica en Gaza. Combinó franqueza, reproche y rendición de cuentas, y trasladó las posturas más allá del contexto mediático al ámbito de la acción, la posición y el impacto.
El discurso reveló un cambio notable en el tono de la resistencia, ya que sus expresiones se orientaron hacia el establecimiento de nuevos estándares de evaluación basados en el impacto de la postura sobre el terreno y el apoyo real que brinda en tiempos de asedio y devastación.
La invocación de Yemen en este contexto reafirmó su papel, honró su posición y la reconoció, pues había avanzado a la vanguardia, desempeñando sus funciones de combate y políticas con precisión y disciplina, ignorando presiones y cambios de rumbo.
El saludo de Abu Ubaidah a Yemen y sus fuerzas armadas reflejó el aprecio que Saná tiene en los círculos de la resistencia. Es una clara indicación de que Saná se ha convertido en parte del bloque en el que se confía para consolidar el equilibrio de la respuesta y expandir el frente contra la entidad enemiga.
La declaración proporcionó una descripción precisa de las responsabilidades de los líderes estatales, partidos, académicos y élites, responsabilizándolos de las masacres, el hambre y el desplazamiento sufridos por la población de Gaza. Vinculó el desempeño con la capacidad, y la negligencia con el abandono del deber directo.
En esta clasificación, el enfoque no se centró en el simbolismo, sino en el impacto. Esto convierte a Yemen en un modelo actual en el terreno de la victoria, con su desempeño cohesionado, su independencia en la toma de decisiones y su visión estratégica acorde con la naturaleza y la duración de la batalla. Las frases del comunicado, relativas a las vidas de la nación y la sangre de los civiles, se formularon en forma de un relato abierto, donde toda inacción conlleva daño y toda vacilación duplica el costo. Esta lógica redefine la relación entre los problemas y las posturas.
Yemen se presentó en el discurso como un lugar de confianza fortificada, dada su actuación consistente desde el inicio de la agresión, tanto en operaciones navales como en la claridad del discurso político, donde la postura se caracterizó por la firmeza y la integridad.
La expresión de dolor de Abu Ubaida en Gaza refleja el estado del frente cuando avanza sin cobertura, cumpliendo su misión con una doble carga. Su lenguaje revela a un líder que habla en nombre de una ciudad agotada por la lucha y la espera, librando dos batallas simultáneamente: la batalla del fuego y la batalla del aislamiento.
En el discurso de Abu Ubaida, las heridas de los batallones parecían más profundas que las del frente. Las palabras surgieron con los rasgos de un hombre que llevaba solo el peso de la sangre sobre sus hombros, mirando desde detrás de los escombros mapas de posiciones sin rumbo. Las capitales estaban dispersas en silencio, y la línea del frente de Gaza se extendía de casa en casa, de túnel en llamada, de combatiente a cadáver, bajo un techo árabe donde las trincheras no eran suficientes para albergar una postura unificadora.
El discurso se refería a la fatiga de los campos de batalla cuando carecen de apoyo, y al efecto de mantener una mano en el gatillo sin cambios. En sus expresiones, el Frente Palestino parecía someter a la nación a una dura prueba, registrando en cada asalto a quienes habían demostrado su valía y a quienes habían superado el momento decisivo. La certeza era evidente en el tono de la declaración, afirmando que los batallones luchaban con fe y convicción inquebrantables, y que los próximos días abrían un camino que no espera a nadie. La convocatoria de Yemen en este contexto se interpreta dentro de la lógica de consolidar aliados, donde la red de resistencia se construye sobre la base de la acumulación, vinculada a lo disponible sobre el terreno y medida por el grado de presencia activa en la batalla para enfrentar al enemigo.
Las palabras de Al-Qassam reorientaron la brújula hacia las fuerzas que impactan y preservan el principio de resistencia como base para gestionar el escenario. Esto se materializa en la actuación de Yemen y su posición en la ecuación del mar, la soberanía y la toma de decisiones.
El discurso en su conjunto pareció más bien una declaración histórica de clasificación, colocando a cada parte en su lugar y consagrando la idea de que la colaboración en la batalla se gana sobre el terreno, se demuestra con el desempeño y se mide por el equilibrio de sangre y la toma de decisiones.
En este momento, la referencia a Yemen se destaca como la culminación de una continua consolidación política y militar, encarnando una trayectoria que comenzó en los primeros días y continuó creciendo con una toma de decisiones coherente y una presencia activa. La posición de Saná se ha establecido firmemente en la ecuación de la confrontación y es un actor directo en la arena de la presión sobre el enemigo.
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