Damasco - Saba:

El número de muertos por enfrentamientos armados y ataques aéreos israelíes en la provincia de As-Suwayda, al sur de Siria, ha aumentado a 718.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos dijo en un comunicado anoche que 19 civiles, incluidas mujeres, fueron asesinados en la localidad de Sahwat al-Balata, en la zona rural de Sweida, después de una horrible masacre que ocurrió durante la entrada de fuerzas del Ministerio de Defensa y Seguridad Pública en el pueblo. Esto eleva el número de muertos a 718 desde el comienzo de los sangrientos acontecimientos en la ciudad.

Fuentes del SOHR también informaron que se produjeron enfrentamientos en Jaramana, en la zona rural de Damasco, acompañados de sonidos de disparos desde la dirección de Al-Maliha y Kashkul, y continuaron durante más de una hora.

Según el recuento del Observatorio, el número de muertos desde la mañana del domingo 13 de julio, como resultado de enfrentamientos, ejecuciones sobre el terreno y bombardeos israelíes, ha llegado a 718. De ellos, 226 eran de la Gobernación de Suwayda, incluidos 80 civiles, cuatro niños y cuatro mujeres. Dieciocho pertenecían a tribus beduinas y 287 eran miembros de las fuerzas de seguridad sirias.

Además de los 15 miembros de seguridad muertos en ataques aéreos israelíes, tres personas, incluida una mujer y dos individuos no identificados, murieron en un bombardeo israelí que tuvo como objetivo el edificio del Ministerio de Defensa en la capital, Damasco.

El Observatorio documentó la muerte de un periodista durante los enfrentamientos en Sweida, así como la de 165 personas, incluidas 26 mujeres, seis niños y un anciano, que fueron ejecutados sumariamente por miembros de los Ministerios de Defensa e Interior.

Tres miembros de la tribu beduina, entre ellos una mujer y un niño, fueron ejecutados en el campo por grupos armados de la comunidad drusa. Según el Observatorio Sirio.

Los enfrentamientos continúan en la ciudad de Sweida, mientras la situación humanitaria allí continúa deteriorándose en medio de una interrupción total de las comunicaciones e Internet, con todos los hospitales fuera de servicio como resultado de los fuertes bombardeos y los continuos enfrentamientos.

La ciudad fue escenario de saqueos y robos, agravando el sufrimiento de la población en medio de una total falta de servicios médicos y alimentarios.